Valores naturales

Los valores naturales de La Chanta

Las calizas que se explotaron en la cantera constituyen un pequeño acuífero libre colgado cuyo límite inferior viene definido por materiales impermeables arcillosos y calizas limolíticas recristalizadas. El piso irregular de la cantera conformó así dos pequeños humedales, que son a día de hoy refugio de una enorme cantidad de fauna y flora.

Humedales de La Chanta.

La calidad de sus aguas ha permitido la formación de amplias extensiones de characeas y al amparo de éstas han surgido comunidades de macroinvertebrados acuáticos, anfibios, etc. 

Pradera de Characeas.

Fauna

En sus aguas se reproducen ya cuatro especies de anfibios, y la vegetación de las orillas y las islas acogen excelentes poblaciones de odonatos, aves acuáticas, palustres y de los sotos, e incluso dos parejas de Aguilucho Lagunero Circus aeruginosus.

Adicionalmente, las laderas pedregosas y los frentes rocosos, una vez adecuados, constituyen hábitats de interés en los que están prosperando las plantas casmófitas (que crecen en paredes y roquedos, como las del género Antirrhinum, Linaria, Sedum, etc.).

Flora

En cuanto a la vegetación, la mayor parte del territorio está cubierto por comunidades pioneras de jaramagos y pastizales anuales con varias superficies pequeñas de olivar y pinar. Existen zonas en las cuales aparece ya un tipo de vegetación que podemos asociar a etapas degradadas de matorral, que en estos suelos calcáreos están representados por  tomillares. La vegetación más desarrollada hasta el momento es la de ribera, con álamos, sauces y olmos entre otros, así como extensos parches de vegetación palustre.


A través de siembras y plantaciones se están estableciendo comunidades vegetales que forman parte de las diferentes etapas sucesionales de la cornicabrasserie de vegetación del encinar basófilo. Así, encontramos encinas, coscojas, , enebros y sabinas junto a especies de menor porte como espantalobos, aladiernos, espinos negros, genistas, madreselvas, espartos, etc. En las laderas menos expuestas encontramos quejigos, muy habituales en la zona. Hasta el día de hoy se ha elaborado un catálogo florístico que incluye más de 150 especies.

La presencia de hábitats no habituales en el área (especialmente los humedales) ha atraído a gran cantidad de fauna y constituye un reducto de biodiversidad en un paisaje exento de figuras de protección y dominado principalmente por la agricultura. A día de hoy encontramos fauna ligada a los medios rocosos (collalba negra, roquero solitario, quirópteros), a los humedales (rascón, aguilucho lagunero, chorlitejo chico, carricero común, rata de agua, sapillo moteado, sapo común), a sotos y riberas (tórtola europea, zarcero, oropéndola) o a los diversos estadíos del bosque mediterráneo (arrendajo, chotacabras cuellirrojo, alcaudón común, gato montés). Mención especial merecen los vencejos y varias especies de hirundínidos, que se alimentan y concentran en la zona.

En cuanto a la fauna invertebrada, La Chanta cuenta ya con una buena población de grillo de visera Sciobia lusitanica y mariposa arlequín Zerynthia rumina (ambos catalogados en la Comunidad de Madrid) o escarabajo avispa español Plagionotus andreui.