Conservación

Conservación

Las actuaciones de restauración llevadas a cabo están orientadas a promover la biodiversidad, pero muy especialmente a la más amenazada.


Sólo en lo referente a la flora, La Chanta cuenta ya con especies que son realmente escasas en la zona o que cuentan con áreas de distribución localizadas o reducidas, contribuyendo de este modo a aumentar su distribución. Algunos ejemplos de estas especies son Juniperus phoenicea, Linaria aeruginea, Lavatera triloba, etc.

Muchas de estas especies vegetales llevan asociada, en una relación de dependencia obligada, algunas especies de fauna invertebrada. En este sentido, se ha llevado a cabo un enorme esfuerzo por construir el hábitat de algunas especies amenazadas de lepidópteros (Zerynthia rumina, Iolana debilitata, Euphydryas desfontainii, Kretania hesperica, Coscinia romeii y Ocnogyna zoraida) a través de la puesta a disposición de sus plantas nutricias, de las que han de alimentarse sus larvas.La presencia de Lavatera triloba ha desencadenado la de su huésped, Plagionotus andreui.

El trabajo de diversificación vegetal que se está llevando a cabo, responde también a las necesidades de conservación de los polinizadores, globalmente amenazados. Un número importante de abejas, llamadas oligolecticas, recogen únicamente polen de un género de plantas para criar a sus larvas.

Las características morfológicas de La Chanta, así como sus recursos hacen de esta antigua cantera un lugar ideal para los quirópteros, un grupo faunístico amenazado, ya que disponen de una enorme variedad de lugares en los que refugiarse o reproducirse (fisuras y huecos en los frentes, roquedos, multitud de refugios artificiales), y tienen a su disposición hábitats con disponibilidad de presas (invertebrados voladores ligados a los humedales, polillas asociadas a muchas de las plantas, etc.).

En cuanto a los anfibios, se ha trabajado especialmente en proveer una heterogeneidad de ambientes acuáticos que supla las necesidades de las diferentes especies. La desconexión de sus aguas con fuentes de contaminación, así como la ausencia de fauna exótica depredadora (peces, cangrejos) han motivado la existencia de buenas poblaciones de cuatro especies de anfibios hasta la fecha. Las pruebas de quitridiomicosis y ranavirus (enfermedades que están amenazando las poblaciones de anfibios a escala global) llevadas a cabo en 2022 han resultado negativas.

Como resultado de la reproducción de algunos hábitats, algunas aves catalogadas (collalba negra, aguilucho lagunero, tórtola europea, etc.) se han instalado en La Chanta. A pesar de que utilizan el área para alimentarse, e incluso forman dormideros postnupciales, los aviones zapadores aún no se reproducen en la colonia artificial que se construyó para esta especie.


La conservación y restauración de hábitats es la primera y fundamental medida que hay que acometer para evitar que desaparezcan algunas especies.


En este sentido, se ha trabajado por reproducir dos hábitats muy interesantes a nivel europeo: los estanques temporales en ambientes mediterráneos (hábitat prioritario en la directiva aves europea) y los roquedos calcícolas con vegetación casmofítica (hábitat de interés en dicha directiva). Ambos hábitats acogen comunidades muy interesantes, y amenazadas, desde el punto de vista botánico y faunístico.